Ayer, miércoles 27 de Febrero, la Corte Constitucional Federal Alemana anunció en Karlsruhe su decisión sobre la vigilancia en línea.
El veredicto es el siguiente: la vigilancia en línea está permitida sólo en caso de amenazas extremas a intereses legales muy importantes. Además, deben cumplirse ciertos criterios específicos. Asimismo, se introducirá por primera vez desde 1983 un nuevo derecho básico. En ese entonces se introdujo un derecho que hablaba de la capacidad del individuo para determinar el uso o publicación de sus datos personales. El propósito de este nuevo derecho básico es garantizar la integridad de los sistemas informáticos y la confidencialidad de la información que contienen.
Estos procedimientos se llevaron a cabo a raíz de una queja colectiva contra una ley del estado alemán de Nordrhein-Westfalen, diseñada para proteger la constitución. Esta ley permite que se instalen programas espías en los ordenadores de supuestos criminales y terroristas. El término “vigilancia en línea” lo originaron estos programas, diseñados para conseguir contraseñas, leer el contenido de discos, interceptar conversaciones codificadas y enviar por Internet toda la información recolectada a las autoridades correspondientes.
Los resultados prácticos del veredicto todavía están por verse. Es obvio que se debe perfeccionar la ley de Nordrhein-Westfalen que protege la constitución. Mientras tanto, continuarán las discusiones sobre el programa, también conocido como “Bundestrojan“.
Esto no afectará nuestro trabajo como empresa de antivirus. Como se ha dicho antes, aunque el gobierno financie el programa, un troyano creado por escritores de virus y que use los mismos métodos que el spyware (que es probable que podamos detectar) debe tratarse como si fuese cualquier otro programa nocivo. Aunque es posible que detectemos el programa, no lo podríamos clasificar como “Bundestrojan”; es muy poco probable que las autoridades proporcionen muestras del programa a las compañías de antivirus, así que tendríamos que clasificarlo según su comportamiento, como hacemos con los programas indeseados.
Vigilancia en línea sigue en discusión en Alemania