Albert Gonzalez, el pirata informático acusado de haber cometido el mayor robo de datos de los Estados Unidos y otros ataques informáticos también de gran importancia, ha aceptado declararse culpable de dos olas de ataques a empresas estadounidenses.
González firmó un acuerdo con las autoridades federales y aceptó declararse culpable de los 19 cargos de felonía que se le imputaban por lanzar una ola de ataques a T.J. Maxx, OfficeMax y otras seis tiendas.
El pirata estadounidense de 28 años admitió que irrumpió en los sistemas de estas empresas para robar 40.000 datos personales y bancarios de sus clientes y venderlos por Internet a criminales de todo el mundo.
González deberá presentarse ante una corte en Boston el próximo año para oficializar su declaración.
Además, aceptó presentarse en una corte de Nueva York el próximo mes para admitir su participación en otra ola de ataques a 11 restaurantes de la cadena Dave & Buster’s.
Sin embargo, González no admitió haber estado involucrado en el gran robo de 130 millones de datos bancarios, del que también se lo ha acusado. Este es el caso más grande contra González porque se cree que es el mayor robo de datos que se haya visto en los Estados Unidos.
Aún así, según el trato que realizó con las autoridades, el pirata se enfrenta a una condena mínima de 15 años de prisión y máxima de 25 años, sin contar la pena adicional que deberá cumplir si se lo encuentra culpable del robo de los 130 millones de datos bancarios.
También deberá devolver $2,7 millones que obtuvo por sus actividades ilegítimas. Este monto incluye $1,1 millones de dólares que las autoridades encontraron el año pasado enterrados en el patio de sus padres.
Además deberá entregar su lujoso condominio cerca de Tropical Park, su auto BMW, una pistola, ordenadores y equipo informático, tres relojes Rolex que había regalado y un anillo de diamantes Tiffany que le había dado a su ex novia.
Albert González se declara culpable y podría pasar mínimo 15 años en prisión