Autoridades estadounidenses y rumanas han arrestado a 38 personas acusadas de estafar a miles de usuarios de Internet para robar sus datos personales y bancarios.
Las autoridades de ambos países participaron en una operación para dar con los delincuentes. En total arrestaron a 38 sospechosos: 27 rumanos, 5 vietnamitas, 3 estadounidenses, 1 camboyano, 1 paquistaní y 1 mexicano.
Todos los supuestos delincuentes se encontraban en Estados Unidos: siete en Connecticut y el resto en California.
Se cree que los acusados pertenecen a un grupo de criminales organizados que enviaba correos masivos fraudulentos. Los delincuentes robaban los nombres, números de seguridad social y datos de las tarjetas de crédito y débito de sus víctimas.
Después, los criminales rumanos enviaban los datos robados a sus colegas estadounidenses por Internet. En Estados Unidos, un grupo de criminales, los “cajeros” (cashiers), se encargaba de crear tarjetas bancarias falsas usando los datos robados.
Con la ayuda de un codificador, los cajeros grababan los datos en las cintas magnéticas de las tarjetas de crédito falsas. A continuación, le daban las tarjetas falsificadas a otro grupo de criminales, los “runners” (corredores).
Los corredores debían asegurarse de que las tarjetas funcionaran. Para ello, comprobaban el estado de cuenta o sacaban pequeñas sumas de dinero de cajeros automáticos.
Tras asegurarse de que todo estaba listo para el ataque final, los criminales vaciaban las cuentas bancarias de sus víctimas y enviaban parte del dinero robado a los ladrones de datos que se encontraban en Rumania.
Los sospechosos se enfrentan a varios cargos, que incluyen fraude bancario (máximo 30 años en prisión), violación del RICO Act (máximo 20 años en prisión) y robo de identidad agravado (2 años en prisión obligatorios).
Arrestan a 38 supuestos miembros de una sofisticada red de estafadores virtuales