El FBI ha arrestado a un joven neozelandés de 18 años, acusado de operar una red zombi de 1.3 millones de ordenadores.
Se cree que Owen Thorn Walker, alias “AKILL”, es el cabecilla de un grupo de delincuentes que usaba millones de ordenadores zombi para robar datos de tarjetas de crédito y manipular los intercambios de acciones.
Según el FBI, las actividades criminales de este grupo los hicieron de un botín de alrededor de 20 millones de dólares que robaron a usuarios de todo el mundo.
Aunque la red estaba basada en Holanda, el joven ahora está en manos de las leyes neozelandesas, que lo podrían sentenciar a hasta 10 años de prisión.
Peter Devoy, de la policía de Nueva Zelanda, recalcó la importancia de este arresto no sólo para Nueva Zelanda, sino para todo el mundo. “Son pocos quienes llegan a ser procesados por cometer este tipo de delitos, así que la resolución de este caso tendrá repercusiones mundiales” dijo Devoy.
De la misma manera que los delincuentes no conocen fronteras a la hora de infectar a los usuarios, la policía de Nueva Zelanda tampoco trabajó sola: autoridades de Estados Unidos y Holanda le ayudaron a investigar el caso.
Además, las autoridades han arrestado a otras 13 personas, pero aún no se ha revelado en qué países.
Cae el supuesto cabecilla de catastrófica red zombi