El día en el que, según las predicciones, el gusano Conficker causaría estragos, terminó sin que se detectaran grandes problemas.
Poco a poco se fue esparciendo y exagerando el rumor de que el primero de abril, aprovechando el día de los inocentes, los administradores de la red zombi del gusano Conficker lanzarían una amenaza masiva utilizando los ordenadores infectados que forman parte de su red.
Esta afirmación se basó en predicciones que afirmaban que todos los ordenadores de la red de Conficker estaban programados para ingresar a sitios web y recibir actualizaciones que les indiquen cómo comportarse.
Aunque los expertos afirman que los zombis sí trataron de recibir nuevas órdenes de sus amos, no se vio ninguna amenaza fuera de lo común.
Es posible que las actualizaciones que recibieron los zombis de Conficker intenten mejorar los métodos de defensa de la red, no los de ataque.
En general, los expertos en seguridad habían opinado que los cibercriminales no se arriesgarían a lanzar un ataque masivo por miedo a que llamara demasiado la atención. Esto haría que todas las autoridades y expertos en seguridad se empeñaran aún más en erradicar la red y atrapar a los responsables, cosa que no conviene a los autores del gusano.
Además, si quisieran lanzar un ataque, intentarían hacerlo en secreto para que las víctimas no tengan la oportunidad de tomar precauciones. Este, por supuesto, no era el caso, pues los medios de comunicación se encargaron de dar a conocer el peligro con mucha antelación.
Conficker ha estado atacando a los usuarios de Windows desde octubre del año pasado. Ese mismo mes, Microsoft puso a disposición de sus clientes un parche de seguridad para evitar que el gusano siga propagándose.
Además, Microsoft ha ofrecido una recompensa de 250.000 dólares a quien ofrezca datos que identifiquen y ayuden a arrestar al creador del gusano.
Se estima que la red zombi de Conficker cuenta con alrededor de 10 millones de ordenadores infectados que los delincuentes pueden utilizar para enviar correos masivos y lanzar ataques de negación de servicio.
El día temido llegó…y Conficker no atacó