Un estudio ha revelado que los mensajes spam, además de causar molestias a los usuarios y ser posibles medios de distribución de programas nocivos, hacen que se gaste una cantidad notable de energía eléctrica, lo que aumenta la emisión de gases con efecto invernadero.
El estudio estuvo a cargo de la empresa McAfee, y en él se intentó calcular la energía que se gasta creando, almacenando, viendo y eliminando los correos spam.
Para intentar dar una figura global, la empresa analizó los gastos de energía en 12 países: Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, Japón, India, México, España, los Estados Unidos y el Reino Unido.
Según el estudio, en el lapso de un año los mensajes spam gastan 33.000 millones de kilovatios hora (kWh). Esta energía es suficiente para abastecer de electricidad a 2,4 millones de casas durante un año.
Asimismo, durante este lapso de tiempo los mensajes spam provocan una emisión de gases con efecto invernadero equivalente a la que producen 3,1 millones de automóviles en el mismo período de tiempo. Esta cantidad de emisiones equivale a quemar dos mil millones de galones de petróleo.
Según el estudio, un solo correo spam supone la emisión de 0,3 gramos de dióxido de carbono. Esta cantidad equivale a conducir por un metro. Pero, tomando en cuenta el volumen del spam, todos los correos masivos juntos equivalen a dar 1,6 millones de vueltas a la tierra en automóvil.
Se calcula que, durante un año, revisar su correo electrónico hace que un empresario emita alrededor de 131 Kg. de dióxido de carbono, de los cuales 28 Kg. se pueden atribuir a los mensajes spam.
El mayor gasto de energía, casi el 80%, se gasta cuando los usuarios eliminan los correos masivos de sus cuentas y tratan de discernir los correos legítimos de los correos spam.
Por esta razón, un filtro de spam puede evitar que se derroche tanta energía y reducir 135 teravatios hora (TWh) de electricidad al año, lo que supondría una disminución en las emisiones equivalente a la de reducir en 13 millones el número de automóviles.
Estudio: correos spam contribuyen al calentamiento global