Un informe de la CIA que acaba de darse a conocer al público ha revelado que los sistemas de la agencia de inteligencia estuvieron lidiando en 2012 y 2013 con una amenaza virtual que les costó miles de dólares: un hacker hambriento que tomó el control de la máquina expendedora de dulces para conseguir sus productos gratis.
El intruso ha sido identificado por las autoridades pero su identidad no ha sido revelada. Lo que sí se afirmó es que no era un agente de la CIA, sino uno de los miles de contratistas que la entidad tiene a su servicio para que le ayuden a hacer todo tipo de tareas: desde análisis de datos sobre terrorismo hasta mantenimiento de las máquinas expendedoras.
El atacante descubrió que al desconectar el cable que conecta las máquinas con los sistemas de pago en la nube FreedomPay, se aceptaban pagos con tarjetas sin fondo. Esto permitía al atacante conseguir comida gratis con un método muy sencillo que compartió con sus amigos más cercanos para que también lo aprovecharan.
De esta manera, los atacantes consiguieron casi 3.000 dólares en galletitas, papas fritas y chocolates antes de que se detectara la actividad sospechosa y se detuviera al ataque. Cuando la entidad se dio cuenta de las irregularidades, instaló una cámara de vigilancia que expuso las actividades malintencionadas del atacante y sus cómplices.
El atacante admitió su responsabilidad en el ataque y él junto con las personas involucradas fueron despedidas por sus empresas para que no vuelvan a aparecerse por las instalaciones de la CIA. No se inició un proceso legal más profundo porque el Departamento de Justicia no quiso demandar a los atacantes.
El caso se mantuvo oculto en los documentos de la CIA como información confidencial, hasta que el periodista de BuzzFeed Jason Leopold solicitó el acceso a los documentos de acuerdo al Acta de Libertad de la Información y expuso la situación ante el público.
Fuentes
Un atacante burla el sistema de pagos FreedomPay para robar más de 3.000 US$ en dulces de una máquina expendedora de la CIA