Una corte de apelaciones de los Estados Unidos ha revocado la decisión de una corte de distrito de desestimar el caso de una empresa que envió decenas de miles de mensajes SMS para publicitar un libro de Stephen King.
El caso data de hace tres años, cuando la reconocida empresa publicitaria Simon & Schuster decidió enviar mensajes de texto para publicitar “Cell” (celular), una novela de terror que Stephen King acababa de lanzar con la ayuda de dicha empresa.
Pero, en un intento de captar la atención del público, Simon & Schuster decidió que el SMS tuviera un mensaje fuera de lo común, que decía: “la próxima llamada que contestes podría ser la última”.
Un menor de edad recibió este mensaje en medio de la noche y su madre, Laci Statterfield, intentó iniciar un juicio contra Simon & Schuster.
Pero cuando presentó el caso a la Corte de Distrito del Norte de California, las autoridades lo desestimaron porque afirmaban que la empresa no envió los mensajes de forma automática y que el hijo de Statterfield había aceptado recibir mensajes de la empresa al descargar de Internet un tono para su teléfono.
Sin embargo, cuando Statterfield apeló el fallo de la corte de distrito en la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos, las autoridades no sólo estuvieron en desacuerdo con los argumentos y la decisión de la corte anterior, sino que reabrieron el caso.
Además, la Corte de Apelaciones afirmó que, al contrario de lo que había dicho la corte de distrito, no hay suficiente evidencia para negar que Simon & Schuster hubiera violado el Acta de Protección de Consumidores de Teléfonos (TCPA), que prohíbe realizar llamadas telefónicas y enviar mensajes de texto de forma automática y sin el consentimiento de los destinatarios.
La decisión de la corte permite que se realice un juicio para determinar si la empresa utilizó un sistema de marcado automático para enviar los mensajes y si los destinatarios habían dado su consentimiento para recibirlos.
El juicio representa a 60.000 personas que dicen haber recibido los mensajes de texto sin haberlos solicitado. Si la corte determinara que la empresa violó las reglas de forma intencional, cada una de las personas afectadas podría recibir una indemnización de entre 500 y 1.500 dólares
Una empresa podría ir a juicio por enviar mensajes SMS publicitando un libro de Stephen King