La Corte Suprema de Justicia de Virginia, Estados Unidos, ha anulado la sentencia del conocido spammer Jeremy Jaynes, argumentando que la ley con la que lo condenaron viola la libertad de expresión.
Las leyes antispam de Virginia consideran un crimen el envío de correos electrónicos a más de 10.000 personas en un periodo de 24 horas. Además, prohíben el envío de mensajes masivos desde direcciones falsas.
Pero la Corte Suprema sostiene que las leyes antispam del estado son “inconstitucionalmente amplias” y tratan con la misma severidad a cualquier correo electrónico que cumpla estos requisitos, sin importar si el mensaje tiene contenido político, religioso, comercial o de cualquier otro tipo.
Según la Corte de Virginia, esto viola las leyes que defienden el derecho a la libertad de expresión. El juez Steven Agee dijo que la ley viola “el derecho a realizar discursos anónimos, en particular discursos políticos o religiosos”.
Por su parte, Bob McDonnell, fiscal del estado de Virginia, dijo estar en desacuerdo con el fallo. “Vamos a llevar esta situación para que se discuta directamente en la Corte Suprema de los Estados Unidos. Creo que es necesario proteger el derecho de los ciudadanos a estar libres de mensajes masivos fraudulentos”, dijo McDonnell.
Pero, aunque se llegue a invalidar las leyes antispam de Virginia, el acta federal CAN-SPAM todavía tendría vigencia.
Sin embargo, no se podría utilizar el acta CAN-SPAM para condenar a Jaynes, pues estas leyes se crearon después de que el acusado enviara los correos masivos en cuestión.
En 2004, una corte de Virginia condenó a Jaynes a 9 años de prisión, convirtiéndolo en la primera persona condenada por enviar spam. Desde entonces, ha estado bajo arresto domiciliario.
Jaynes había enviado decenas de miles de correos masivos a usuarios de AOL utilizando una base de datos que contenía alrededor de 100 millones de datos personales robados.
Jaynes ganó alrededor de 24 millones de dólares gracias al negocio del spam, y la empresa antispam Spamhaus lo llegó a considerar el octavo spammer más prolífico del mundo.
Corte estadounidense anula la sentencia de un spammer que ya había sido condenado