La Corte Suprema de los Estados Unidos ha rechazado la apelación de Jeremy Jaynes, el primer spammer condenado a prisión en este país.
Jaynes apeló el fallo argumentando que la ley que lo condenó viola la libertad de expresión de los ciudadanos y la cláusula de comercio de la constitución de Estados Unidos.
Pero, aunque el jurado se mostró dividido, rechazó la apelación. Así, este caso se ha convertido en un modelo a seguir para los sistemas legales de los países que luchan por la erradicación de los delitos en Internet.
Jaynes está cumpliendo una condena de nueve años en prisión desde noviembre de 2004. Las autoridades lo encontraron culpable de haber violado una ley anti-spam de Virginia que había entrado en vigencia en 2003.
Aunque el spammer residía en Carolina del Norte, se lo juzgó y condenó en Virginia porque los correos que enviaba provenían de un servidor de AOL en este estado.
Jaynes usaba identidades falsas para enviar correos masivos que estafaban a los usuarios ofreciéndoles productos inexistentes y mercancía que el usuario nunca recibía.
Cuando las autoridades registraron la casa de Jaynes, encontraron discos compactos con 176 millones de direcciones de correo. La fiscalía presentó en el juicio evidencia de 53.000 correos spam que Jayne había enviado en tres días de julio de 2003.
Cuando lo arrestaron, lo consideraban el octavo spammer más importante del mundo. Y no es por nada: enviaba alrededor de 10 millones de mensajes al día y llegó a ganar hasta 750.000 dólares al mes. Así ganó millones de dólares, con los que compró una mansión y varias propiedades en Carolina del Norte.
Corte Suprema estadounidense rechaza la apelación de gigante del spam