En Londres se ha desmantelado la mayor banda de estafadores con tarjetas de crédito que ha existido en el Reino Unido. Los estafadores, que habrían llegado a producir un botín neto estimado en más de 17 millones de libras esterlinas, recibieron sentencias de cárcel de un juez, quien calificó sus delitos como “muy serios”.
Cinco personas, todas de Europa Oriental estaban implicadas en la estafa. Roman Zykin, jefe de la banda, inmigrante ruso ilegal, fue condenado a cinco años y medio de cárcel y se ha recomendado su deportación cuando cumpla sentencia. Los polacos recibieron sentencias de cuatro y tres años, mientras que el “enlace estonio”, Hannes Pajasalu, cumplirá dos años de cárcel. Malgorzata, la esposa de Zykin previamente había estado presa durante seis meses.
La investigación de las actividades de esta pandilla ha durado dieciocho meses y ha atravesado varios continentes. La tarea de conducir los delincuentes a la justicia fue llevada a cabo por el FBI, la Europol, la policía estonia y otras autoridades y cuerpos de seguridad bancaria, quienes ayudaron a la policía británica en este trabajo. La búsqueda de los cinco culpables se hizo mucho más difícil pues la cuadrilla, para ocultar sus rastros electrónicos, utilizó técnicas de cifrado difíciles de descodificar.
Resulta interesante saber que la investigación fue desencadenada por una parada de revisión rutinaria y por la búsqueda de Roman Zykin por una patrulla antiterrorista en la estación de Victoria en Londres, cuando se lo encontró en posesión de docenas de tarjetas de teléfono móvil adulteradas.
Las autoridades creen que el grupo, altamente organizado y experto, tenía acceso a decenas de miles de números de tarjetas de crédito, robados por sus avanzados sistemas informáticos . Según la policía, estos números eran sobre todo de los EE.UU., donde los piratas los robaron en un ataque importante contra una base de datos. Los acusadores han seguido unas 150.000 libras esterlinas en transacciones criminales pero esperan que las pérdidas sean mucho más altas, como para que estos estafadores hayan podido llevar una vida pródiga en Gran Bretaña y en el exterior, alojádose en mansiones de 900.000 libras esterlinas y pasando vacaciones de cinco estrellas en el extranjero. Sin embargo, durante los próximos años estos criminales cibernéticos pasarán sus vacaciones en cárcel.
Estafadores de tarjetas de crédito encarcelados en el Reino Unido,