Cuatro personas acusadas de haber utilizado un programa troyano para robar los datos bancarios de los internautas han sido condenadas a prisión en Gran Bretaña.
Los delincuentes se habían declarado culpables de cargos que incluían conspiración para cometer fraude, lavado de dinero, posesión de artículos para cometer fraude y posesión de documentos falsificados.
Según las investigaciones de las autoridades, los criminales utilizaban un programa troyano diseñado para actuar cuando los usuarios ingresaran a un sitio bancario. El programa malicioso agregaba una página especial con un formulario que pedía datos personales adicionales a sus víctimas.
Los usuarios que caían en la trampa ponían sus datos financieros y personales en manos de los delincuentes: el troyano mandaba la información recopilada a servidores en Europa Oriental y transfería dinero de las cuentas de sus víctimas a cuentas de “mulas”, que después reenviaban el dinero a los criminales.
Se cree que la estafa afectó a por lo menos 138 usuarios de bancos en línea, y que los criminales robaron alrededor de 1 millón de dólares a sus víctimas.
Todos los acusados nacieron en el extranjero pero residen en Gran Bretaña. Azamat Rahmonov, 25, de Uzbekistán, recibió la sentencia más larga: el juez le ordenó que pase cuatro años y medio en prisión por ser uno de los líderes de la banda. Shohruh Fayziev, 23, también nacido en Uzbekistán, fue sentenciado a 4 años de cárcel.
Las penas más cortas las recibieron Joao Dos Santos Cruz, 33, de Angola y Paolo Jorgi, 36, de Portugal, que fueron condenados a tres años y 21 meses respectivamente.
Un quinto miembro de la banda, Edgar Orlando Henriques, 21, de Venezuela, también tenía que recibir su sentencia tras haberse declarado culpable de los cargos que se le imputaban, pero se encuentra prófugo.
Los arrestos fueron el resultado del trabajo conjunto de la Unidad Central de Crimen Informático de la Policía (PCeU) y las empresas financieras afectadas. La PCeU es una entidad nueva, se creó este año debido a la falta de un departamento que controle el cibercrimen.
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