El gobierno de Israel ha iniciado un proceso penal contra seis personas que participaron en el robo y filtrado de los datos personales y familiares de 9 millones de ciudadanos israelíes.
La base de datos del Registro de la Población de Israel, robada en 2006, contiene los nombres completos, números de identificación, direcciones, fechas de nacimiento y defunción, datos de inmigración, lazos familiares entre ciudadanos, etc.
La policía cree que Shalom Bilik, un ex empleado del Ministerio de Bienestar y Servicios Sociales, robó la base de datos aprovechando que tenía acceso a ella gracias a su puesto en el ministerio. Bilik compartió una copia del registro con uno de sus clientes, que a su vez se la pasó a otras personas, y desde entonces se ha estado pasando de mano en mano hasta llegar a Internet.
Un empresario que recibió la base de datos encargó a un programador que desarrollara una aplicación para ayudarle a armar perfiles de la población con los datos robados. Así nace Agron 2006, un programa que puede organizar y agrupar a las personas de la base de datos según diferentes parámetros, lo que permite obtener los datos de grupos específicos. El programa está disponible en Internet de forma gratuita.
Otro usuario, con el sobrenombre “aRi”, subió la base de datos a una red P2P y creó un sitio web con una guía para usar la base de datos. El usuario cubrió sus huellas a cada paso para evitar que las autoridades lo identificaran.
La policía realizó una investigación exhaustiva del caso, en la que también se tuvo que involucrar el Departamento de Leyes, Información y Tecnología del Ministerio de Justicia por su complejidad. En la investigación se recopilaron seis terabytes de información comprometedora guardada en discos duros y almacenamientos en la nube.
Como resultado, las autoridades arrestaron esta semana a seis sospechosos de haber participado en los ataques, incluyendo a Shalom Bilik y aRi.
Las personas que tienen en sus manos los datos filtrados podrían usarlos para realizar todo tipo de crímenes, pero uno de los más preocupantes es el robo de identidad. El Ministerio de Justicia explicó en una declaración que la base de datos “facilita la realización de falsificaciones y fraude, y provee la información necesaria para cometer robo de identidad. Ayuda a crear documentos fraudulentos que parecen auténticos, por lo tanto ayuda a burlar los sistemas de seguridad. También puede afectar los procesos democráticos en las elecciones, ya que hace que sea más fácil hacerse pasar por otra persona en las cabinas de votos”.
Fuentes:
Justice Ministry cracks case of massive information theft The Jerusalem Post
Population database hacked in 2006 reached the Internet Hareetz
Israel nabs source of leak of 9 million personal details ZDNet
Israel identifica a sospechosos de haber filtrado los datos de 9 millones de ciudadanos