La Corte Suprema de Gran Bretaña concedió al hacker escocés Gary McKinnon una revisión completa de su caso para asegurarse de que la decisión de extraditarlo a los Estados Unidos es apropiada.
Los jueces tomaron esta decisión para asegurarse de que la extradición no afectará de manera negativa la salud del acusado, que sufre del síndrome de Asperger, una forma de autismo.
“Todavía ninguna corte británica ha considerado el impacto que (la extradición) tendría sobre Gary debido a su condición médica”, afirmó Karen Todner, abogada de McKinnon.
Los jueces aceptaron tener una audiencia con la defensa en marzo para escuchar sus argumentos y determinar si le permitirán al hacker apelar formalmente contra su extradición.
“Este caso ha estado abierto desde 2002 y por primera vez hemos escuchado una decisión correcta”, opinó Todner.
Antes de tomar la decisión, los jueces analizaron la evidencia presentada por el Profesor Simon Baron-Cohen, que se especializa en el síndrome de Asperger, afirmando que si se encarcelaba a McKinnon en los Estados Unidos era probable que comenzara a tener comportamientos suicidas.
Los jueces también consideraron el testimonio del director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Autismo, quien dijo: “Nosotros creemos que la extradición, y una posible sentencia máxima en prisión, sería inapropiada y muy dañina para cualquier persona afectada por el síndrome de Asperger”.
Gary McKinnon fue arrestado en 2002 por irrumpir en redes de la Nasa y el Pentágono. Mientras que las autoridades estadounidenses consideran que este pudo haber sido un acto de terrorismo, McKinnon afirma que su delito fue motivado sólo por curiosidad, pues lo único que quería era encontrar evidencia sobre la existencia de los extraterrestres.
De ser juzgado en Estados Unidos, McKinnon, de 42 años, enfrenta una condena de hasta 60 años de cárcel en una prisión estadounidense de máxima seguridad.
La justicia británica tomará en cuenta el estado de salud del hacker McKinnon durante la revisión de su caso