Los programas espías pueden causar problemas mucho más serios que ralentizar un ordenador o robar contraseñas. Es común que los usuarios piensen que el ladrón de sus datos es algún adolescente ocioso, un programador que busca dinero fácil o algún desconocido que vive en un lugar remoto y que nunca llegarán a conocer.
Pero no siempre es así. El spyware puede usarse con muchos propósitos y el abuso doméstico es uno de ellos. A veces quienes espían a los usuarios son personas cercanas a ellos: sus maridos, esposas o padres.
Este es uno de los temas que se discutió ayer en la Anti-Spyware Coalition en Washington DC. Entre los invitados estuvieron expertos de McAfee, Google, Pew Internet y American Life Project. Los expertos debatieron sobre la influencia de los programas espías en el abuso doméstico.
Hoy en día la tecnología juega un papel muy importante en la vida de la gente, así que los acosadores pueden averiguar mucho sobre una persona si rastrean su actividad en Internet.
Anna Stepanov, directora del programa anti-spyware de McAfee, aseguró que los programas espías son ideales para los acosadores que quieren controlar cada aspecto de la vida de sus víctimas, pues les permite averiguar sus contraseñas, estar al tanto de su actividad telefónica y en Internet.
Este es un tema controversial y delicado, pues así como existen programas legales que permiten a los padres controlar las actividades de sus hijos, las parejas obsesivas pueden usar programas similares para vigilar a sus víctimas.
Los programas espías, herramientas para el abuso doméstico