El servicio de inteligencia de los Estados Unidos ha emitido una alerta para que los partidos políticos del país refuercen sus defensas contra los atacantes virtuales. Según sus investigaciones, cibercriminales de origen desconocido han tratado de infiltrarse de diferentes maneras en las campañas presidenciales de los partidos demócrata y republicano.
James Clapper, Director de Inteligencia Nacional de los Estados Unidos, dijo que había indicios de que ciberatacantes estaban atacando el espacio virtual de las campañas presidenciales, pero no compartió detalles de la amenaza para no comprometer las investigaciones del caso.
“Sabemos que las campañas presidenciales y las organizaciones e individuos relacionados con la causa están siendo blanco de ataques con diferentes motivaciones – desde diferencias filosóficas a espionaje – y de diferentes tipos – de alteraciones de sitios web a intrusiones”, indicó Brian Hale, portavoz de la oficina de Clapper.
Aunque las autoridades compartieron información muy limitada, la compañía de seguridad CloudFare sostiene que estas amenazas deben estar a cargo de criminales independientes. A juzgar por su pequeña magnitud, la compañía duda que cuenten con el financiamiento de gobiernos extranjeros.
“No hemos visto nada que indique un nivel de complejidad característico de un ataque respaldado por un gobierno enemigo comprometido con la causa”, afirmó Matthew Prince, co-fundador y director ejecutivo de CloudFare.
El FBI ha sido designado para ayudar a las campañas políticas a proteger su espacio virtual. Sin embargo, las autoridades dicen que los partidos no han hecho esfuerzos notables para mejorar su seguridad informática desde las elecciones de 2008, caracterizadas por haber estado plagadas de programas maliciosos que aprovechaban la ocasión.
Las repercusiones que podrían tener estos ataques en la política estadounidense son muchas: un sitio web inactivo puede afectar su capacidad de recaudar fondos, como pasó con Mitt Romney en 2012. Los ataques también podrían tener un impacto más directo si llegasen a robar información secreta de los candidatos, que podrían usar para arruinar las estrategias de las campañas o, si la información es muy controvertida, podría convencer a los ciudadanos de cambiar su voto.
Fuentes
Cibercriminales concentran sus ataques en los candidatos presidenciales de EE.UU.