Creo que todos hemos oído hablar de las listas de admitidos. Estas listas filtran las aplicaciones (o correos electrónicos, según el caso) para que sólo se ejecuten aquellas que el usuario selecciona.
Las listas azules (bluelisting) utilizan una base de datos de huellas digitales virtuales para detectar contenido pornográfico en un disco.
Los beneficios de esta lista son claros. Puede ayudar a los padres a bloquear el contenido pornográfico para proteger a sus hijos. También puede ayudar a empresas a evitar los problemas de personal y dificultades legales que dicho contenido pueda causar si se encuentra en sistemas corporativos. Asimismo, disminuye el tráfico de Internet asociado con la descarga de archivos pornográficos. También puede ayudar a las autoridades a detectar a quienes guardan imágenes ilícitas.
Sin embargo, aunque estas listas nos responden las preguntas ¿Qué? y ¿Dónde?, no nos ayudan a comprender quién lo hizo y cómo sucedió, y éstas son las preguntas fundamentales en una investigación forense. Ya se han visto muchos casos de personas acusadas de descargar contenido pornográfico que culpan a un troyano de las descargas ilegales: man cleared of porn charges, trojan responsible for porn y new trial in porn case
Los beneficios y problemas del bluelisting