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Un trabajo conjunto entre la policía china y las autoridades estadounidenses han resultado en el arresto sin precedentes de cinco cibercriminales en China por solicitud del gobierno de los Estados Unidos. Las investigaciones de Estados Unidos habían conectado a estos delincuentes con crímenes de ciberespionaje a compañías estadounidenses realizados desde territorio chino.
The Washington Post dio la noticia y, citando fuentes anónimas, indicó que los atacantes virtuales espiaban a compañías estadounidenses para robarles secretos comerciales y compartirlos con empresas chinas, algunas de las cuales eran operadas por el gobierno. No se ha revelado a qué grupo de cibercriminales pertenecen las personas arrestadas ni en qué campaña de espionaje específica participaron.
Para lidiar con el asunto, Estados Unidos entregó a China una lista de los sospechosos y le pidió que colaborara en su arresto. Una de las fuentes de The Washington Post dijo que los oficiales estadounidenses le dijeron a China: “Debíamos confirmar que podíamos tomarlos en serio. Así que les dimos una lista y les dijimos ‘Miren, éstos son los responsables. Acorrálenlos'”.
El gobierno chino, por primera vez en la historia, accedió ante esta solicitud y detuvo a los cinco cibercriminales para que hagan frente a la justicia. Ahora la administración de Obama espera que los individuos reciban un juicio público para que su caso sirva para disuadir a otros cibercriminales del país asiático.
Aunque esta información solo se hizo pública esta semana, los arrestos ocurrieron en septiembre, antes de la visita del presidente de China a la Casa Blanca en la que ambos mandatarios llegaron a un histórico acuerdo bilateral para detener el ciberespionaje electrónico.
En este acuerdo, ambos países se comprometieron a combatir de forma activa el robo virtual de secretos comerciales e información que podría poner en desventaja económica a alguna de las partes. Esto implica hacer un mayor esfuerzo para rastrear y llevar ante la justicia a los cibercriminales que realizan estas operaciones.
Los arrestos también se dieron en tiempos en los que China hizo un llamado para que se establezca un código internacional de conducta en Internet. Wang Qun, Director General de armamento y control del Ministerio del Exterior de China, hizo la solicitud ante una asamblea de la ONU, donde defendió que el ciberespacio no debería usarse para interferir en los asuntos internos de otros estados y que esta medida ayudaría a “resolver de una forma pacífica las disputas internacionales en este ámbito”.
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