Facebook y la interminable discusión sobre privacidad

Cada día veo que más gente se queja de la forma en que Facebook maneja su privacidad:

Quisiera que mi lista de amigos sea privada. No se puede.

Me gustaría poder apoyar a un grupo contra el aborto sin que se entere mi madre o todo el mundo. No se puede.

Facebook sabe lo que los usuarios quieren, pero a la vez los usuarios han aceptado las condiciones de privacidad de Facebook tal como son.

Y se pone peor. Imaginemos toda la información que se puede filtrar sin que nadie lo quiera, ni Facebook ni los usuarios. Veamos la última vulnerabilidad conocida de Facebook. Sí, los atacantes pueden irrumpir en tus sesiones de chateo. Esto puede comprometer tus listas de amigos y otros datos personales. Bastante malo, ¿no es así?

No tienes control de la situación por mucho que lo desees. Imagina por un momento que todo es perfecto. Facebook tendría controles de privacidad 100% precisos y modificables, y sólo tus mejores amigos podrían ver tu número de teléfono o las fotos de cómo te emborrachaste en tu fiesta de cumpleaños. La plataforma de la red social también sería perfecta, sin ninguna vulnerabilidad. Sé que es imposible, pero a veces es bueno exagerar. Hasta en este mundo paradisiaco donde todo es perfecto, imagina que el ordenador de uno de tus amigos de confianza se infecta con un programa nocivo que compromete su cuenta. De aquí en adelante, todo lo que compartiste con este grupo tan selecto puede llegar a manos de cualquier persona. Y ni siquiera es tu culpa.

La solución es simple: elimina tu cuenta. Problema resuelto. Fácil, ¿no? Sí, pero admitámoslo, no vamos a eliminar nuestra cuenta. Seguiremos quejándonos, pero cuando lleguemos a casa lo primero que haremos será volver a revisar nuestra cuenta de Facebook.

Propongo que hagamos algo diferente. Y siempre doy este consejo a quien me pregunta sobre la privacidad en las redes sociales: cuando publiques información en tu cuenta de redes sociales ten en mente que tarde o temprano cualquier persona podrá verla. Mantén las esperanzas, pero ten cuidado. No compartas fotografías, enlaces o comentarios a no ser que estés dispuesto a responsabilizarte por ellos. Sé que es una decisión difícil, pero ante la duda no lo hagas. No publiques nada si no estás listo para compartirlo con cualquier persona de tu pasado, presente o futuro. Sé honesto contigo mismo y no tendrás ningún problema. Y no dejes de lado el sentido común.